Expectativas y desafíos en torno a la MAAPE 2024
En el balance de gestión del CAUPSF para el período 2023, entre las diversas actividades que se llevaron a cabo durante ese año, la Muestra Argentina de Arquitectura y Paisajismo Emergente (MAAPE) destaca con la dimensión de un verdadero hito. Lo es por lo novedoso de la propuesta, por la convocatoria que generó, y por las oportunidades que abre, tanto para la nueva generación de profesionales como para el propio Colegio.
Con el foco puesto en la agenda 2024 y en la proyección federal, el presidente del CAUPSF, Arq. Rubén Palumbo, reflexiona acerca de las particularidades de la MAAPE y plantea algunos desafíos para esta muestra itinerante que no se agotan en la visibilización del conjunto de jóvenes profesionales que le dan vida, sino que supone repensar distintos niveles de compromiso en el seno del propio Colegio.
Por Arq. Rubén Palumbo:
Tal como repetimos en cada oportunidad que presentamos la MAAPE, desde el Colegio pensamos que era el momento de abrir este espacio tan horizontal como se fue construyendo; un espacio donde no haya jerarquías ni méritos, sino la posibilidad de visibilizar el trabajo de las y los jóvenes colegas.
Este fue un resultado de un trabajo arduo, colectivo, donde participó muchísima gente. Es verdad que hubo, desde nuestra gestión provincial, el impulso encabezando esta convocatoria donde cometimos muchos errores porque era la primera vez, pero creemos haber aprendido de ellos. Sabemos cómo hacerlo la próxima vez.
Seguimos trabajando en la posibilidad de una convocatoria nacional que consideramos que es absolutamente necesaria en medio de esta realidad que nos golpea tanto. En este momento tan especial de nuestro país se hace muy importante este tipo de encuentros.
Porque, en definitiva, la muestra es un espacio de encuentro; un encuentro donde las y los jóvenes se dispusieron a hacer un alto en su trayectoria, replantearse y pensarse. Los y las colegas pudieron verificar aquellos objetivos que se plantearon al inicio de su tránsito por la disciplina y como viene funcionando; lo que pasó entre el sueño y la realidad.
Esta capacidad y este poder de asociativismo que ha tenido y ha mostrado MAAPE tiene que ver con una nueva modalidad, una nueva realidad que, a pesar de todo el esfuerzo y de toda la energía que le pusimos, uno debe ser consciente que, para quienes hemos pasado hace muchos años la barrera de poner estar en el MAAPE, nos resulta difícil muchas veces comprender, entender, porque no estamos metidos adentro, porque no vivimos esa realidad.
Es, entonces, otra realidad absoluta que tiene que ver con un mundo que se ha transformado con la tecnología, con la virtualidad. Y hoy, con la Inteligencia Artificial, que pone en crisis la enseñanza, las maneras de enseñar la arquitectura.
Es preciso que esta MAAPE, que fue un sacudón y una mirada horizontal que nos permitió encontrarnos entre las diferentes generaciones, tenga muchos pasos más allá. Y estos pasos tienen que ver con el desafío en el desarrollo de la profesión, en cómo vamos a seguir trabajando. Cómo vamos a darle un nuevo lugar a nuestro trabajo en un escenario que se está complicando, porque hay mucha más oferta que demanda.
Por lo tanto, esta realidad requiere que nos repensemos, que encontremos otras maneras, que muchas modalidades que se están trabajando tengan un viso de formalidad para que permitan incorporar a estas jóvenes y estos jóvenes.
También debemos replantearnos este sistema en cuanto a la formalidad del trabajo: ¿Está bien? ¿Es suficiente? Por el momento, es lo que está.
Hay muchas cosas que MAAPE nos ha permitido replantearnos y nos está cuestionando. Nos está requiriendo una respuesta. Como decía El Rafa Iglesia: “En el problema está la solución”. No hay ninguna posibilidad de solucionar esto sin la incorporación, la presencia, la discusión, y el aporte de las y los jóvenes. Éste es el enorme desafío de MAAPE.
Se trata de leer bien lo que está pasando. Tal como lo ha hecho La Gaceta Arquitectura en estas entrevistas, hay que leer eso, hay que prestarle atención, porque ahí hay una cantidad de material para empezar a reflexionar.
Pero todo esto no es suficiente, porque siguen siendo las voces de algunos equipos. Y resulta necesario ponerlos y ponerlas todos juntos, desde cada distrito, con prácticas y realidades diferentes, porque son jóvenes que nos están interpelando, que nos están requiriendo -y no esperando, sino buscando- una salida distinta.
Y para eso tiene que estar el Colegio; para quienes se preguntan “para qué está el Colegio”. El Colegio está para defender la matrícula, para darle herramientas, para permitir la formación, pero también para encontrar las soluciones de fondo con las herramientas adecuadas. Y en eso estamos.
Y si hemos empezado a discutir la reforma de la Ley de nuestro Colegio, es el momento en donde todas estas cuestiones requieren del compromiso y de la responsabilidad. Porque siempre decimos que todos y todas tenemos derecho a reclamar; pero también tenemos responsabilidad de participar para que las instituciones se fortalezcan.
Estamos circunstancialmente. La institución nos precedió y va a seguir existiendo. Tenemos que lograr que nuestro Colegio sea comprometido, altamente transformador, y que se desarrolle con el esfuerzo de todas y todos. Acá no hay un partido político que nos dé la solución. La solución siempre viene del colectivo. Y en este colectivo estamos embarcados. Es por esto que MAAPE tiene que reinventarse este año para sacarle todo el jugo, todo el sedimento de lo que se produjo el año pasado a partir de la convocatoria.